Mes del padre: Paternidad temprana y educación

En junio, las publicidades del Día del Padre aparecen por todos lados. Las imágenes muestran hombres a partir de 30 años que se abrazan y celebran junto a sus hijos. Sin embargo, ninguna marca muestra a los padres adolescentes. 

¿Qué pasa con esos chicos que, a una edad muy temprana, se enteran de que van a ser papás? ¿Cómo impacta esta noticia en sus vidas, especialmente en sus proyectos educativos? 

La paternidad en la adolescencia no solo transforma la vida personal de los varones, sino que muchas veces interrumpe abruptamente su trayectoria educativa. Ser papás jóvenes es una de las causas por las cuales los varones no finalizan sus estudios secundarios. Según una encuesta realizada por la Fundación Huésped, el 13% de los adolescentes varones que van a ser papás abandona definitivamente la escuela. El 8% deja por un tiempo el estudio y solo el 4% cursa en forma remota. 

Los varones sienten la presión social y la fuerza del estereotipo de “papá proveedor” y deben salir al mercado laboral a buscar un trabajo que les permita ser el sustento económico de su familia. Este ingreso temprano al mundo del trabajo no suele darse como una elección, sino como una respuesta social y cultural a la presión por asumir el rol de proveedor. Cargar con la responsabilidad sobre sus espaldas los empuja a empleos informales, mal pagos y con escasas oportunidades de formación. En estas condiciones, combinar trabajo y estudio resulta casi imposible y, la opción disponible más fuerte que se les presenta es abandonar la escuela.

Frente a una realidad así, las instituciones educativas podemos apoyarlos flexibilizando las estructuras escolares de modo tal que puedan continuar sus trayectorias académicas sin renunciar a su rol paterno. Facilitar la cursada en forma remota, apoyar la Educación Sexual Integral para deconstruir los estereotipos de género y crear espacios de acompañamiento emocional y pedagógico, podrían ser algunos de los caminos a seguir.

Paternar y estudiar es posible. Desde el Mariano Moreno estamos orgullosos de acompañar la trayectoria académica de los papás que deciden retomar sus estudios secundarios como una forma de progresar y construir un futuro mejor para ellos y sus familias.

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