Historias reales: empresas que apoyan, trabajadores que crecen

Algunos días con entusiasmo, otros con menos energía, a veces contento y en otras oportunidades no tanto… Todos los días nos levantamos y vamos a trabajar. Quizás asistimos presencial o tal vez nos toca conectarnos desde la compu, pero siempre estamos ahí, firmes. Porque no trabajar no es opción, porque el trabajo dignifica y nos acerca a eso que queremos lograr.

Sin embargo, en determinadas ocasiones, el trabajo se convierte en algo más que una fuente de sustento. Se transforma en una ventana de oportunidades en la que convergen los objetivos personales con el apoyo de las empresas. Y, cuando esas dos cosas se juntan, los resultados son potentes.

 

¿Qué pasa cuando se unen un colaborador con ímpetu y voluntad de crecer y una empresa que quiere invertir en su formación? La respuesta es simple, él crece y la empresa también.

Pero no lo decimos nosotros, lo dicen los propios protagonistas. Trabajadores  de distintas organizaciones que se inscribieron en los programas para finalizar sus estudios secundarios ofrecidos por sus empresas para ayudarlos a lograr el tan ansiado título.

“La verdad nunca pensé que iba a terminar el estudio mediante la empresa. Lo quise hacer en varias oportunidades, pero se me complicaba con mis trabajos, ya que también soy comerciante. Gracias a este plan de estudios online y acelerado, a la empresa y al Instituto Mariano Moreno lo pude lograr y estoy muy agradecido”, dice Daniel Marziali, de 47 años, colaborador en Mastellone Hnos. S.A

Son adultos que, como vos, no tuvieron la chance de terminar los estudios en su momento y tuvieron que salir a trabajar desde muy jóvenes. Pero nunca es tarde. Mirá las experiencias de Abel y Rosa, trabajadores del Casino de Buenos Aires:

“Yo vengo de un pueblo de Entre Ríos. No pude terminar el secundario por un tema económico y hoy que la empresa me dé esta oportunidad me pone muy contento”, cuenta Abel Moreyra, operador de Seguridad del Casino desde hace 18 años.

“Una puerta que yo pensé que estaba cerrada, que se me está abriendo en una etapa de la vida en la que creí que ya no había más posibilidades”, expresa Rosa Nieva respecto a la oportunidad de anotarse en el programa “vuelta al cole”.

No solo nunca es tarde para cumplir con la meta de terminar el secundario, también se trata de ser un ejemplo para los hijos y la familia, como le pasó a Ricardo Jiménez, un joven colaborador del Hipódromo de Palermo: “Ahora soy un egresado y puedo decirles a mis hijos que logré terminar el estudio y aconsejar a otro para que también lo haga”, cuenta.

Y, si aún habiendo leído todos estos testimonios todavía seguís con miedo y la sensación de que “a tu edad no vas a poder”, te dejamos la vivencia de Claudia, 54 años, colaboradora de la Empresa Federal de Energía

“Soy una persona que quiere progresar y quizás esta oportunidad me abre puertas. Con un celular y hojas se puede trabajar tranquilamente. Además, no estamos solos, contamos con el acompañamiento del tutor”.

Estas son solo algunas experiencias de trabajadores que han logrado terminar sus estudios con el acompañamiento de sus empresas. Invertir en la educación de los colaboradores es apostar por su desarrollo humano, su bienestar y su potencial profesional. Las empresas que lo hacen no solo generan impacto social, sino que también ganan equipos más capacitados, motivados y leales. Por eso, en el Mariano Moreno, desarrollamos el servicio de Bachillerato Corporativo para adultos, pensado para que las organizaciones puedan acompañar el desarrollo educativo de sus colaboradores.

Si querés conocer nuestro servicio, completá este formulario y nos pondremos en contacto para diseñar una propuesta adaptada a las necesidades de tu empresa.

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